La verdad es que me debo hacer mayor y cada vez me cuesta más alinearme en uno u otro bando. Y ya sé que esto es ir en contra de la sociedad, cada vez más polarizada.
Si eres de un equipo de fútbol, el rival siempre es peor y siempre recibe ayudas extras. Si eres de un partido político, nada puedes decir de la corrupción del tuyo y, en cambio, siempre debes criticar al otro, aunque haga propuestas coherentes y acertadas.
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