Adictos al smartphone

Esta aplicación se llama Screentime y es gratuita. Ofrece una opción de pago para poder cambiar opciones de la aplicación de forma remota, pero con la versión gratuita es suficiente.

El funcionamiento de la aplicación es muy sencillo: se descargas y se instala en el teléfono del adolescente, se elige una contraseña, se indica un mail de familia, se eligen las aplicaciones que se controlarán y se fija un tiempo máximo de uso de estas aplicaciones al día. Ahora ya le podemos el teléfona dar al chico/a.

En mi caso, controlo básicamente los juegos y el whatsapp. Dejo sin límite de tiempo la calculadora, el traductor y aplicaciones de este estilo.

El teléfono funciona correctamente hasta llegar al límite de tiempo establecido. A partir de ahí, el teléfono sigue funcionando como teléfono (recibir y hacer llamadas), pero no se puede acceder a las aplicaciones controladas. Además, envía un correo al mail indicado de familia avisando que se ha excedido el límite (ideal para saber que no hay que enviar lewhatsapp, que no los recibirá).

En todo momento, el adolescente puede conocer el tiempo que ha consumido y lo que le queda, para evitar sorpresas.

Además, cada mañana, la aplicación envía otro mail a la família indicando qué tiempo ha dedicado a cada aplicación.

Lógicamente, para intentar educar en la responsabilidad hay un trabajo previo. Se trata de pactar con él, el tiempo que se dejará utilizar las aplicaciones. Como todo negociación con un adolescente, no es sencilla, pero es aquí donde le ayudaremos a ser responsable y a controlarse. Si el límite ha sido pactado, los problemas cuando se le acabe el tiempo serán menores.

Por último, la aplicación tiene otras opciones: diferenciar tiempo entre fines de semana y días laborables, poner límites por franjas horarias (a partir de una hora se bloquean las aplicaciones, quede o no tiempo), permitir tiempo extra si se realizan tareas asignadas (hacer deberes , limpiar la habitación …). Pero yo, la verdad, no utilizo ninguna de ellas.

Cuaderno virtual del profesor, versión 3.0

qv22-0Aunque el curso ya hace más de un mes que ha comenzado y, por tanto, la gente que usa el cuaderno virtual para llevar el seguimiento de sus alumnos ya los tienen creados y no pueden actualizarse, he creado una nueva versión del cuaderno virtual del profesor.

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Localizando teléfonos móviles

Si el teléfono que ha desaparecido es Android, está encendido y tiene configurada alguna cuenta de Google (Gmail, una cuenta de Google apps for Education…) es muy sencillo poder acceder de forma remota desde un ordenador. Eso si, se necesitan las tres condiciones: móvil Android, encendido y con cuenta de Google configurada.

Para gestionar el teléfono basta con acceder a la web:

 https://www.google.com/android/devicemanager

Se nos pedirá el usuario y la contraseña de la cuenta de Google y ya está. Si el móvil tiene GPS desactivado, aparece una pantalla como la siguiente:

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Y si tiene el GPS activado, aparece la misma pantalla pero indicando la ubicación del móvil:

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Si el móvil ha desaparecido en el instituto, normalmente la ubicación la tenemos clara, por lo tanto no nos aporta mucho. Pero si las opciones que ofrece.

La primera opción que yo utilizo es Bloquear. De esta manera se define una contraseña para acceder al móvil (no necesario si el alumno ya tenía una puesta). Y la segunda opción es Llamar. Esta opción hace sonar el teléfono a máximo volumen, aunque el usuario lo tuviera en silencio o en vibración. Cuando hay sospechas de que alguien ha perdido o le han cogido el móvil en un aula, hacerlo sonar es una buena opción para recuperarlo.

La opción Borrar es muy drástica. Borra todo el contenido del móvil, pero sólo debe utilizarse si ya se sabe que no se podrá recuperar el teléfono.

Si el GPS está activado habitualmente, Google ofrece otra web para ver los movimientos del móvil. Esta es:

https://maps.google.com/locationhistory

Si accedemos con el usuario de Google, aparece un mapa

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Podemos elegir el día que queremos y se mostrará un mapa con los diferentes puntos de paso. Si pulsamos un punto, veremos la hora en que el teléfono estaba en aquella ubicación.

Si vuestro centro asigna una cuenta de correo a cada alumno, con Google apps for education (GAFE), es muy posible que los alumnos configuren esta cuenta en el móvil y, por tanto, se pueden utilizar estas opciones.

Esto abre una puerta un poco controvertida, ya que si el alumno ha configurado la cuenta en el teléfono, el profesor del centro que administra el Google apps for education podría localizarlo. El administrador puede cambiar la contraseña de la cuenta del alumno. Por lo tanto, podría entrar en las webs anteriores y localizar un alumno en cualquier momento (si éste lleva el móvil Android encima encendido con la cuenta de Google configurado y el GPS abierto).

Pero en todo caso, el artículo pretende poder ayudar a deshacer los enredos que se crean en un centro cuando un móvil desaparece.