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La imagen Organize es de Nick Youngson CC BY-SA 3.0 Alpha Stock Images
Cada vez me encuentro más consultas de centros que quieren empezar a trabajar por proyectos pero no saben cómo empezar. A nivel metodológico se empiezan a espabilar. Cada vez más profesores han hecho algún cursillo y ya son muchos centros que tienen personas más o menos formadas y, a veces, incluso con experiencia. Pero de ahí a introducir el trabajo por proyectos a nivel de centro hay un paso. Muchas veces las dificultades que se encuentran son organizativas. ¿Como organizamos el centro para que el trabajo por proyectos esté presente de manera constante e implique a todo el claustro?
En este artículo explico algunas formas de organización que he ido conociendo (prácticamente todas las he llevado a la práctica) y las ventajas e inconvenientes que encuentro a cada una.
A continuación presento una recopilación de formas de organización que he podido conocer en diferentes centros. Como siempre, no habrá ninguna que se adecue exactamente a la necesidad de vuestro centro, pero seguro que pueden servir de inspiración para definir vuestra organización.
Organizar proyectos de una asignatura
Estos tipos de proyecto son una buena manera de introducir el trabajo por proyectos en el centro, ya que básicamente depende de cada profesor. No hay que hacer un cambio muy grande de la estructura de centro. Simplemente hay que buscar espacios y tiempo para que los profesores que se animen a trabajar por proyectos en algún momento de su asignatura puedan compartir dudas y experiencias. Sin lugar a dudas, a trabajar por proyectos se aprende trabajando, pero tener el apoyo de otros profesores que también están en el mismo proceso es muy enriquecedor y, además, multiplica los beneficios y reduce los errores.
Los profesores pueden animar cuando quieran, sin ninguna presión de fechas ni de compañeros. Incluso pueden animarse a aliarse con algún compañero y hacer un proyecto entre dos o tres.
Pero, como suele ocurrir, esta ventaja también se convierte en un inconveniente. Puede suceder que muy pocos profesores se animen (siempre cuesta salir de la famosa zona de confort) y estos proyectos sean anecdóticos. Y, aunque no fuera así y haya un cierto número de profesores implicados, siempre habrá profesores que quedarán al margen. De tal manera que, sin pretenderlo, podemos estar separando el claustro entre los que trabajan por proyectos y los que no.
Organizar proyectos multidisciplinarios
Si la idea es que los proyectos sean un método utilizado en el centro de forma regular y por todo el claustro, los proyectos multidisciplinarios son una buena opción. En estos proyectos diferentes profesores colaboran para diseñar e implementar un proyecto.
Definiremos aquí la organización de dos de los proyectos más habituales, con sus variantes:
- los proyectos de ámbito
- los proyectos globalizados
1. Proyectos de ámbito
En estos tipos de proyecto, hay que poner de acuerdo unos cuantos profesores, habitualmente 4 ó 5 para que diseñen el proyecto y lo lideren con los alumnos. Organizar el centro para que se puedan llevar a término también se puede hacer de muchas maneras. Las dos más habituales, con sus ventajas e inconvenientes, son:
1.1 Franja de proyectos
Para no complicar los horarios y para asegurar que los profesores de proyectos son personas implicadas y formadas, se puede organizar una franja de proyectos (como si fuera una asignatura más). Simplemente consiste en elegir las horas semanales que se quieren dedicar para que los alumnos trabajen por proyectos y, al crear el horario, reservar la franja. ¿De dónde salen estas horas? La solución más habitual es restar horas de las materias implicadas en los proyectos. Si se piensa en una franja de proyectos de ámbito donde se realizarán proyectos variados, algunos STEM, otros lingüísticos y otros sociales, una buena opción sería dedicar, por ejemplo, 6 horas semanales. Estas horas se pueden conseguir, por ejemplo, reduciendo una hora de cada lengua y una de matemáticas, sociales, naturales y tecnología.
El horario no cambia en todo el año y los alumnos ya tienen claro que en aquellas horas trabajarán diferentes proyectos. Los profesores que entran en esas horas también tienen claro que trabajarán diferentes contenidos de diferentes asignaturas por proyectos.
El sistema tiene ventajas, pero también tiene inconvenientes. Al igual que en el caso anterior, sólo son unos cuantos profesores los que trabajan por proyectos. El resto del equipo docente puede quedar al margen si no se prevén acciones para implicarles.
Otro tema a pensar es el de los especialistas. Los profesores que entran en los proyectos no serán especialistas en todas las materias. Por lo tanto, será necesario prever muy bien como los especialistas que no entran en los proyectos les pueden asesorar y guiar en determinadas partes del proyecto.
1.2 Horarios adaptables
La segunda manera que se organizan proyectos de ámbito de manera más habitual es adaptando las horarios. Cuando se crean los horarios, se piensan de tal forma que las materias de ámbito siempre vayan seguidas. Tomemos, por ejemplo, un ámbito STEM, con Ciencias, Tecnología y Matemáticas. En el horario se deberá prever que siempre se hagan estas materias seguidas. Por ejemplo, si se da Matemáticas de 8 a 9, de 9 a 10 se dará Tecnología o Ciencias.
De este modo, las asignaturas pueden trabajar con el horario habitual cuando no están realizando proyectos. Cuando los profesores acuerdan que un proyecto comienza, los bloques horarios se vuelven de dos horas. A cada hora habrá un cambio de profesor, pero los alumnos seguirán trabajando en el mismo proyecto.
De esta manera se consigue que todos los profesores deban implicar. Se puede acordar que todos los ámbitos hagan uno o dos proyectos por curso. De este modo, todos los profesores deberán colaborar en la creación e implementación de uno o dos proyectos durante el curso. Todo el equipo docente irá formándose mientras desarrolla proyectos.
Si en algún curso entra profesorado nuevo que no ha trabajado por proyectos, los mismos compañeros de ámbito le asesorarán y le formarán, ya que trabajarán codo con codo en los proyectos. Como siempre, habrá que prever tiempos y espacios para que los profesores puedan crear y/o mejorar proyectos (antes de su implementación) y coordinarse (durante la implementación en el aula).
También se soluciona el tema de los especialistas. Todos los profesores que entren en un proyecto serán, como mínimo, del ámbito. Además, se pueden temporizar bien las actividades para que según qué la haga uno el profesor de una determinada materia.
Como siempre, también aparecen inconvenientes. No habrá ningún profesor que siga el proyecto durante todas las horas. Por tanto, no hay nadie que pueda realizar un acompañamiento cuidadoso de los alumnos. Los profesores pueden ponerse al día en el momento de hacer el cambio de clase y al comenzar su hora podrán preguntar grupo por grupo para ver los avances, pero este seguimiento nunca es tan personalizado como el que puede realizar un profesor que ve cada una de las horas del proyecto.
Además, no hay que olvidar que la confección de horarios también se complica bastante con este sistema de organización.
2. Proyectos globalizados
Incorporar en el centro proyectos globalizados también puede ser más o menos sencillo a nivel de organización. Normalmente los centros eligen una de las dos formas de organización siguientes:
2.1 Semana de proyectos
Una opción sencilla es concentrar un proyecto globalizado en una o dos semanas de clase. Se paran las clase habituales durante una o dos semanas y se dedican todas las horas a realizar el proyecto.
Cuando se elige esta opción, normalmente todos los niveles del centro realizan proyecto globalizado en el mismo momento. Habrá que rehacer horarios de profesores, ya que será mejor que cada profesor entre sólo en el proyecto de un nivel, pero como es todo el centro que para, tampoco es una gran complejidad (aunque si puede requerir una inversión de tiempo).
El inconveniente será, aquí, la concentración. Deberá estar todo muy bien planeado, ya que en una o dos semanas no hay tiempo para cambiar gran cosa. Esto nos puede obligar a descartar buenas ideas de los alumnos. Por ejemplo, pueden necesitar un material especial que en tan poco tiempo no se pueda conseguir.
2.2 Proyectos distribuidos
La otra opción es que el desarrollo del proyecto, al ser globalizado, sea en las horas habituales de clase. Si, por ejemplo, se ha decidido dedicar al proyecto globalizado unas 36 horas (3 por semana), sólo hay que acordar entre los profesores quien las dedicará cada semana. También es posible acordar días puntuales intensivos (por ejemplo toda una mañana).
De esta manera, no es necesario rehacer horarios de profesores ni hay que preocuparse por la concentración en poco tiempo. Pero también aparecen inconvenientes. El principal, la falta clara de profesores referentes. Los alumnos irán realizando el proyecto con muchos profesores diferentes, que no tendrán demasiado claro en qué punto está cada grupo, ya que puede que haya pasado bastante tiempo desde la última vez que los vió desarrollar el proyecto.
Otro inconveniente importante será el ritmo. Con tan pocas horas, es posible que los alumnos lo vean más como algo extra que como un proyecto importante.
En todo caso, como en todos los demás casos, la coordinación entre los profesores será fundamental.
Como decía al inicio, seguro que se pueden encontrado mil y una variantes que se están llevando a cabo en diferentes centros. La idea no era hacer una lista exhaustiva, sino simplemente dar ideas para los centros que están pensando en incorporar los proyectos. Si en vuestro centro os organizáis de maneras diferentes, como siempre, os agradeceré que lo indiquéis en los comentarios. Seguro que con el intercambio todos aprendemos y tomamos ideas.
Surge el debate sobre los libros de texto y si es posible que las editoriales sean capaces de ofrecer cuadernos de proyectos. Pensamos que no. Por contexto, por adaptación al alumnado y al profesorado, porque son los alumnos los que tienen que producir….
Nos preocupa la evaluación del trabajo por proyectos, y saber si los alumnos progresan y aprenden más y mejor.